Available in English thanks to Poodll, the most interactive language learning and online speaking practice set of tools for your course.
Como “e-docentes” que ofreces cursos en línea, seguro buscas permanentemente formas formas de aumentar la participación de los alumnos. A pesar de los beneficios obvios de conveniencia, economía, acceso y oportunidad, el aprendizaje en línea ha tenido dificultades para capturar y mantener la atención de su público objetivo. Un análisis reciente de los cursos en línea abiertos masivos (MOOC) sugiere que la tasa promedio de finalización ronda el 15%.
Hasta hace poco se pensaba que con añadir videos en un curso online mágicamente haría que las tasas de finalización subieran, incluso a la par de las aulas tradicionales. Peligrosamente, muchos aún tienen esta creencia. Claramente se ha demostrado que no es el caso.
El problema con los cursos en línea no es la ausencia de contenidos multimedia, sino la falta de interactividad.
El creciente interés en la Ludificación (o en inglés, Gamification) ha generado un gran interés por enfoques basados en video juegos que mejoren la participación virtual. Desafortunadamente, este tipo de prácticas ha sido impulsado por la creencia desacertada de que la Ludificación consiste en poco más que un conjunto de “trucos,” no muy diferente a sobornar al estudiante para que demuestre su presencia. Una pregunta realista es: ¿Cuál es el límite? En qué momento la lección es modificada para incrementar la atención y participación, al punto de comprometer la calidad del curso o lección?
Seguramente ya has explorado varias alternativas, en caso tal tendrás cada vez más claro que no existe una panacea única para resolver el problema. Uno de los mejores enfoques para comprender y abordar este tema es explorar los aspectos de la instrucción en el aula que están ausentes en las plataformas digitales.
№ 1. Interacción cara a cara en tiempo real
Nada facilita el intercambio rápido de ideas mejor que reunirse en un espacio físico compartido. Interacciones que tienen lugar en el aula tradicional en cuestión de minutos pueden tardar días en desarrollarse efectivamente en foros y ventanas de chat. No debe extrañar que la atención y el interés por el aprendizaje online sea tan frágil.
Para contrarrestarlo, herramientas de videoconferencia contribuyen en gran medida a llevar la dinámica del aula a los cursos en línea. Más allá, el video en vivo combina con herramientas que permitan al estudiante señalar, enfatizar o en todo caso hacer sus preguntas más claras, puede resultar en una mejor experiencia de aprendizaje. Una ventaja adicional es que todo queda registrado para su revisión en el futuro.
Herramientas de grabación de audio y video, puestas en manos de los alumnos, brindan un mayor nivel de interactividad a los cursos.
№ 2. Retroalimentación inmediata
Existe abundante evidencia (PDF, inglés) que indica que la retroalimentación es más efectiva cuando se entrega de manera oportuna. Un cuestionario que incluye retroalimentación precisa, e incluso la habilidad de ofrecer respuestas directas en contexto y lugar específico, puede conllevar más tiempo de preparación, pero sin duda vale la pena el esfuerzo.
No obstante, actualmente existen herramientas como complementos (o plugins) que aprovechan modernos algoritmos de conversión de voz a texto, ya sea para mejorar el registro puntual de respuestas orales por parte de los estudiantes, o a la hora de brindar retroalimentación por parte de los profesores. Estos son ideales en áreas como la instrucción de lectura y el aprendizaje de idiomas.
№ 3. Recompensas
Es difícil cuantificar el valor de los elogios y el reconocimiento para ayudar a los alumnos a seguir un curso de estudio. Las insignias (badges) han hecho parte las herramientas de elearning más populares por años, pero muchos administradores y docentes aún no sacan su máxima ventaja. La clave aquí es relevancia y significado: Emplea insignias para destacar hitos importantes del curso y recompensar esfuerzos. Es común caer en el error de diluir su valor al conceder insignias por cualquier cosa.
Similarmente, los certificados son prácticamente esenciales en cursos tradicionales. ¿Por qué no hacer lo mismo para tus cursos en línea? Si necesitas convencerte del poder de los certificados, ten en cuenta la frecuencia con la que los has visto enmarcados y exhibidos de manera destacada en las paredes de los profesionales de todos los sectores.
(He aquí un tip: Si tu estudiante ha completado un importante reto en tu curso virtual, ¿por qué no recompensarlo físicamente? Envíale un certificado o item que refleje su logro por correo físico, seguro lo recordará aún más.)
Las tablas de clasificación (Leaderboards) promueven el espíritu de competitividad entre tus alumnos y les brindan un impulso adicional para terminar sus estudios. La popularidad de plugins como Level Up!, un complemento de Ludificación que otorga puntos a los estudiantes por realizar ciertas acciones en Moodle, es testimonio de cuán efectiva puede ser la introducción de un poco de sana competencia para mejorar la participación en los cursos online.
En conclusión
Ofrecer cursos en una plataforma digital implica enfrentar una batalla cuesta arriba cuando se trata de ayudar a sus alumnos a llegar a la meta. No hay una fórmula mágica para resolver los problemas observados con los MOOC y otros cursos en línea, pero sí hay un amplio arsenal de herramientas disponibles en Moodle para ayudar a los educadores a inclinar las probabilidades a su favor.