Revolución de la formación académica y corporativa en metalurgia: entrevista a Diana Drinkwater, de Metcelerate

El privilegio de ser parte de un grupo muy selecto de personas que entienden un tema complejo, especialmente uno cuya importancia para las cadenas de valor globales aumenta a medida que el mundo avanza hacia la “neutralidad de carbono”, no pasa desapercibido por Diana Drinkwater. De hecho, a la Directora Ejecutiva de Metcelerate, escuela especializada en línea dedicada a la formación de metalúrgicos, le fascina dar la bienvenida a nuevos grupos de jóvenes ingenieros provenientes de todo el mundo a un catálogo en expansión con cursos cada vez más especializados.

A medida que Drinkwater desarrolla un innovador enfoque para estos estudios de “post-pregrado”, que imita solo un poco el formato de los cursos de educación continua universitarios, así como mentorías laborales cada vez menos comunes, Diana es la líder de un modelo revolucionario en que los temas avanzados y “complejos” se hacen más accesibles, sin dejar de lado su ya notable dificultad.

O, quizás, este modelo se expande debido a centrarse en su pasión por lo complejo. Se podría argumentar que esto solo es posible como resultado de una vida entera de intercambios con expertos de vanguardia mundial, apasionados y humanos; de una serie de experiencias que le permiten determinar los aciertos y errores de la formación especializada en escenarios universitarios y corporativos; y finalmente de una comprensión y admiración compartidas por el poder de la tecnología y el diseño puestos al servicio de cursos “difíciles”. Justamente hablamos de un esfuerzo que involucra líderes, expertos, clientes y patrocinadores, así como el equipo de eCreators, el brazo de desarrollo de contenido de Open LMS liderado por Kristian Terry.

Durante nuestra conversación, Diana nos adentra en el innovador mundo de la metalurgia, en los escasos, pero vitales, umbrales de valor agregado que proporciona la capacitación, en los brillantes nuevos retos que se presentan a la profesión en un mundo que está transformando industrias completas y formas de vida, además de compartir su emoción por estar al frente de la siguiente revolución del desarrollo de competencias.

1. Metalurgia: Su cadena de valor en dos minutos

Diana aprecia que nuestra conversación se enfoque, en primer lugar, en el valor. “La cadena de valor del procesamiento mineral” (en inglés) es, de hecho, el primer curso del programa Metcelerate. Dentro de la enorme escala de las operaciones de minería global, los metalúrgicos tienen un rol relativamente pequeño, aunque fundamental, en la extracción de los minerales que mantienen nuestro estilo de vida.

Cuando pensamos en el metal que está en nuestros teléfonos, nos damos cuenta de que viene de una operación minera. El metal se extrae del suelo, se traslada en camiones o cintas transportadoras como piedra partida. 99% o más de esa piedra es desecho. El metal valioso solo es una proporción muy, muy pequeña del interior de la roca que sale de la mina. Aproximadamente 2% de toda la electricidad generada en el mundo se usa para partir rocas.

Los ingenieros de minas son los encargados de cavar para obtener las rocas y traerlas a la superficie. Los metalúrgicos continúan la operación a partir de este punto.

Un metalúrgico es responsable de tratar la roca para producir el metal útil: cobre, plata, oro u otros. Además vela de que el material de desecho se disponga de forma correcta, lo cual es una parte importante de su tarea.

Puedes imaginar que se trata de procesos muy complicados. Y en efecto, existe al menos un proceso por cada metal y fuente. El cobre puede encontrarse de diversas formas en el suelo, y debes estar consciente de sus razones geológicas. Por ello, los metalúrgicos deben tener una sólida formación en física y química, incluyendo temas como mecánica de fluidos, geología de rocas y minerales y mineralogía, además de un conocimiento práctico de las herramientas modernas de diagnóstico disponibles para hacer su trabajo de la mejor forma posible.

Un buen metalúrgico debe manejar toda esa información.

En toda operación minera, generalmente hay un pequeño equipo de metalúrgicos, liderado por un alto gerente metalúrgico y gerentes intermedios, dependiendo de la magnitud de la operación. También se pueden encontrar algunos ingenieros novatos. Es justamente a ese grupo que se dirige nuestro programa.

2. Formando en un tema que “mueve pisos,” literalmente: el modelo Metcelerate

[La metalurgia] es un tema muy técnico. Todos los que se inscriben en nuestro programa ya son ingenieros. Así que prácticamente se trata de un curso de postgrado. De hecho, el programa cubre contenido especializado que no se imparte en la mayoría de las facultades de pregrado.

En cuanto a nuestra misión, es muy importante que la gente aprenda las habilidades que pueden usar en sus trabajos, no queremos llenar su cabeza de teoría... y debemos conseguirlo mediante ¡un curso en línea! Eso es todo un reto.

Para Diana, una sólida formación en metalurgia debe comunicar el valor de ese papel, tanto en vista de su legado como de su cambio en la industria. Es necesario además un ambiente de trabajo que permita la interacción constante de los pares, donde la capacitación se lleve a la práctica lo más pronto posible. Diana sabe de lo que habla, porque fue así como ella incursionó en la profesión.

Pasé diez años de mi carrera trabajando en plantas de operación. Me agrada bastante el lado práctico del negocio y la clase de cosas con las que debe lidiar la gente que trabaja en esas operaciones.

En general, la experticia en metalurgia se gana con los años, gracias a una mezcla de capacitación in situ y cursos universitarios de ampliación. Diana vivió ambas experiencias, incluyendo algunos años como docente.

Antes había un buen número de buenos cursos de pregrado en metalurgia, pero eran muy reducidos. Recuerdo haber asistido a un curso con siete estudiantes. En la universidad de hoy, esto es insostenible; exige un gran compromiso de tiempo y dinero.

Después de tener a mis hijos, terminé dictando clases un par de veces a la semana en la universidad debido a mis contactos. Luego fui profesora de cursos de ampliación en el sistema universitario, cuyo contenido es muy similar al que ahora enseñamos en Metcelerate, pero solo de forma presencial. Así me convertí en especialista en diseño de cursos cortos para los trabajadores de la industria.

Diana reconoce lo difícil que resulta mantener una oferta estable de cursos con una asistencia muy baja en general, dado que varía dependiendo del ciclo económico y el precio de las materias primas. Durante periodos de recesión, los programas simplemente cerraban. Obtener el apoyo o financiamiento para reabrirlos implicaba un esfuerzo enorme.

Hace unos diez años, determinamos que sólo el 25% de los ingenieros que trabajaban en el área tenían una formación especializada. La mayoría de los metalúrgicos son ingenieros químicos que aprenden sobre la marcha o compensan sus lagunas con cursos cortos de ampliación. La industria ha repetido constantemente por mucho tiempo: “debe haber una forma más eficiente”. Al final, todos deben saber las mismas cosas.

Además, si ahora contamos con esta increíble tecnología de aprendizaje en línea, ¿por qué no usarla?

Para 2019, Diana ya había reunido todas las piezas del rompecabezas para lanzar su proyecto: conocía ambas caras de la práctica metalúrgica, lo que funcionaba y no en la academia, junto con las herramientas y prácticas que proyectarían más dinamismo al modelo. Todo ello sin mencionar que tenía y apreciaba las conexiones en la industria que le permitirían al proyecto despegar y mantener su relevancia al satisfacer las necesidades de la industria.

Metcelerate fue creado para atender estas preocupaciones. Nos consideramos una alternativa más barata, flexible y fácil para reafirmar la profesionalización.

Comenzamos en reuniones con un grupo de clientes de la industria que nos permitieron identificar los temas más importantes desde su punto de vista. Creamos nuestro programa con base en sus opiniones.

En este momento seguimos trabajando directamente con las empresas mineras, específicamente grandes organizaciones ubicadas en Australia y los Estados Unidos con operaciones internacionales. De hecho, estuvieron muy involucradas en el diseño del programa. Durante los 12 meses que nos tomó desarrollar la capacitación organizamos talleres presenciales con clientes potenciales, lo cual implicó una larga cadena de comunicaciones. Obviamente estaban muy interesados en ayudarnos a poner en marcha el programa, y cuando les presentamos la versión final, nos dieron financiamiento para empezar a construirlo.

Ahora luce muy lineal debido a que estamos en las primeras fases de desarrollo. En el futuro tenemos proyectado crear más módulos sobre otros temas, y permitir a los usuarios elegir sus cursos.

Metcelerate debutó como una serie de talleres en 2019. A mediados de 2020, se lanzó el primer grupo académico mientras el programa seguía en construcción. Luego surgió la pandemia, lo cual solo afectó la idea de organizar sesiones presenciales en la puesta en marcha del programa. El desarrollo de contenido también estaba en fase de desarrollo, pero solo se afianzó cuando eCreators reemplazó al socio previo, lo cual disparó el crecimiento para finales de 2020.

De hecho, tomamos la decisión de comenzar en línea antes de la pandemia, pero anticipamos la necesidad de llevar a cabo sesiones presenciales durante el curso del programa, como talleres, pero luego esa opción se esfumó. Luego de dos años de funcionamiento en línea, creo que nos mantendremos así por ahora.

Todo inició con un socio diferente. La razón por la que nos acercamos a eCreators es que entendimos que el equipo anterior no sería capaz de lidiar con el contenido especializado. Todo el tiempo trataban de ‘simplificarlo’, al punto tal que se perdía todo el significado técnico. Y les decíamos: nuestros estudiantes tienen licencias en ingeniería, ellos entienden gráficos complicados. Les pueden mostrar ecuaciones y podrán captarlas.

Por supuesto, aún seguimos recibiendo retroalimentación de nuestros patrocinadores sobre los próximos cursos. No creo estar en posición de decidir lo que la gente debería aprender o lo que la gente en las plantas de procesamiento debe conocer. Para nosotros es sumamente importante ofrecer las habilidades que nuestra industria requiere. En definitiva, todo se reduce en agregar valor y ofrecer el conocimiento que nos permita lograrlo.

Estoy convencida de que el modelo de Metcelerate, que puede escalarse o reducirse, permite cubrir esas caídas mejor de lo que lo están haciendo las universidades actualmente.

3. Recursos renovables: ¿el mayor reto del desarrollo de capacidades en metalurgia de la historia?

Un metalúrgico es el equivalente moderno de un albañil. Así como nos maravillamos ante edificaciones, monumentos o artefactos antiguos aún de pie, nos damos cuenta de que, en su época, estos también constituían una innovación. La metalurgia actual es el siguiente eslabón de un proceso de resolución de problemas que está presente en prácticamente todas las industrias, cuyo rol es especialmente importante en áreas de “carbono neutral”, como la energía solar y eólica, los autos eléctricos y las baterías. Hallar metales y aleaciones en órdenes de magnitud nunca antes vistas, y hacerlo dejando la menor huella de carbono posible, es un reto apreciable.

Nuestro modelo es ideal para personas que son parte de la misma organización. Los clientes envían a sus elegidos para asistir al programa, normalmente jóvenes graduados en sus primeros seis meses o un año en la empresa, algunos de ellos ubicados en diferentes partes del mundo y otros ubicados en el mismo lugar. Les ofrecemos la oportunidad de crear lazos internacionales con pares que conocen y con los que deben estudiar en línea. Organizamos sesiones grupales, tutorías en vivo y paneles de discusión, todo dentro de nuestra plataforma Open LMS, con el fin de promover la interacción.

En los poco más de dos años que hemos ofrecido estas capacitaciones, el cambio se ha convertido en una constante, lo cual refleja los nuevos roles que la profesión está lista para desempeñar. A medida que el mundo se vuelca hacia las energías renovables y los resultados neutrales de carbón de la industria, surgen nuevos elementos de foco. (PDF, en inglés.)

El conocimiento técnico es más relevante que nunca. Por ejemplo, si todos comenzamos a conducir autos eléctricos, necesitaremos tres veces más cobre en un año de lo que necesitamos ahora. Y para que este cambio tenga sentido, debe llevarse a cabo dejando una menor huella de carbono que en el pasado. Si bien las técnicas más populares están en revisión, están surgiendo nuevas propuestas aunque con una capacidad aún limitada: pulsos electromagnéticos y ondas sonoras, por mencionar algunas.

Los jóvenes ingenieros están ahora frente a una gran avalancha de impresionantes retos técnicos.

4. Cambio en el diseño instruccional de la industria

Dado que fui parte del sistema universitario por mucho tiempo, tuve la fortuna de conocer prácticas pedagógicas magníficas y a algunos profesores, investigadores y especialistas extraordinarios. Aprendí a apreciar el valor que el buen diseño de instrucción puede brindar y cuán importante es. No basta con conocer tu área. Ese aprecio ahora es una parte fundamental de la oferta de Metcelerate. Y siempre supimos que necesitaríamos el apoyo de un equipo de expertos en diseño instruccional.

Metcelerate se encuentra ahora en una gran encrucijada, donde el aprecio por el diseño y la tecnología al servicio de desafíos educativos complejos es capaz de trazar nuevos caminos. Las innovaciones ahora se convierten en una necesidad de cambio, si es que ya no lo son.

La industria es cada vez más sofisticada en materia de técnica; existe mucha más presión para esos jóvenes profesionales. Los temas ambientales, sociales y de otra índole deben ser cada vez más tomados en cuenta a la hora de cumplir con su trabajo. El conocimiento que necesitan sigue expandiéndose y cobrando mayor importancia.

Además, debemos seguir escuchando a nuestros clientes y patrocinadores, asegurándonos de que ofrecemos lo que nos piden. En fin, todo se resume en una palabra: practicidad. Debemos “ajustar los cinturones” de los jóvenes para acelerar el paso, pero sin dejar de lado la complejidad. Este reto lo enfrentamos haciendo mayores esfuerzos por incrementar la participación. Agregamos toques de diversión, mezclamos momentos “duros” con “leves”, y fomentamos las conexiones en vivo siempre que sea posible.

¿Cómo fue trabajar con Open LMS — eCreators?

Para crear el programa, empezamos por el marco ya desarrollado con clientes y patrocinadores en los talleres. Designamos a un experto por cada tema principal, quien toma el marco y lo ajusta según los recursos disponibles y sus gustos personales. Ellos desarrollan el contenido, nosotros revisamos el estilo y la consistencia. Luego se lo entregamos a eCreators.

Nos enteramos de la existencia de eCreators por un socio en común. Los contactamos y nos dimos cuenta de que podían trabajar para nosotros. Ellos saben cómo producir contenido de calidad y captaron nuestras necesidades. Aún estamos aprendiendo, siempre trato de mejorar la forma en que les suministramos los materiales de base. Soy consciente de que nuestro contenido puede resultar difícil, pero ellos también aprenden formas diferentes e interesantes de presentarlo.

Pienso que es muy difícil [para el equipo de eCreators] porque el marco es denso y técnico. Aún así, hacen un trabajo extraordinario. Fue un proceso largo, pero estamos aprendiendo cómo mejorarlo.

Es cierto que los ingenieros tendemos a complicar las cosas, pero algunas cosas deben seguir siendo complicadas. Se trata de encontrar el equilibrio perfecto. Nos encanta trabajar con eCreators porque ellos no se acobardan ante el reto de explicar la complejidad, sino que buscan hacerlo de forma cada vez más eficiente.

Considero que el modelo de diseño de un programa en línea para lo que llamo “formación de post-pregrado”, donde nos enfocamos en perfeccionar una práctica profesional que requiere profundizar más a diario, tiene un gran futuro por delante. Antes esto se obtenía en el trabajo; cuando era joven, nos enseñaban ingenieros de pelo canoso a quienes les sobraba tiempo para compartir con los nuevos profesionales. Sin embargo, el lugar de trabajo ha cambiado y esa gente ya no está con nosotros, y yo creo que puedo ayudar a acelerarlo (justamente nuestro nombre viene de allí). Este modelo tiene potencial en muchas ramas de la ingeniería y otras áreas; y eso es algo que les cuesta brindar a las universidades, centradas en impartir contenido básico más amplio.

Sea cual sea su enfoque, comience a ofrecer una mejor experiencia de aprendizaje implementando Open LMS. Póngase en contacto con nosotros hoy.

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